jueves, 29 de julio de 2010

La otra cara del Mundial de Sudáfrica 2010


Por un lado el mundo entero espera el acontecimiento, en el cual asistirán miles de personas de la clase alta de los 5 continentes. Los sponsors invertirán millones en el evento. Los contratos para la televisión, las casas de apuestas, etc. Se verá como algo maravilloso, con fuegos artificiales en la inauguración y en la final. Luego la copa del mundo para el mejor y todos contentos.

Por el otro los obreros que trabajan para que ello ocurra con la construcción de los magníficos estadios, autopistas y caminos, son explotados y trabajan día y noche sin cesar. La ultima semana, hicieron una huelga para defender sus derechos, que les hizo doler la cabeza a los empresarios con la idea de que no se llegaran a construir y se pierdan los millones invertidos.

Luego de varios días de tensión los obreros llegaron a un acuerdo con los empresarios y les subieron el sueldo a ¡300u$s mensuales! Cuando una entrada puede llegar a costar ¡900u$s! Producto del burdo capitalismo, no van a poder consumir lo que producen. Así se ven claramente los polos opuestos que los medios van a callar cuando llegue el mundial y dirán “magnifica la organización” y todas las gilipolleces que repiten cada cuatro años.


El fútbol, a escala mundial, es un macronegocio capitalista que maneja, miles de millones de dólares, que incluye a empresas patrocinantes, cadenas mediáticas y jugadores, que lo convierten en un multi-rubro de facturación con incidencia en toda la economía global.

El 11 junio, cuando comience el Mundial en Sudáfrica, la cabeza del alienado nivel promedio estadístico (las mayorías “seducidas” por el “espectáculo” del fútbol) adquirirá forma de pelota de fútbol.

Facturaciones millonarias, sueldos millonarios, para un negocio multimillonario. Ni deporte, ni espectáculo, 22 robots corriendo un balón y una maquinaria mediática para seguir convirtiendo al fútbol en un “show” funcional a la alienación del cerebro humano.
El objetivo no es divertir a las masas, sino generar rentabilidad capitalista con la alienación futbolera.

pocos días del mundial de fútbol, empiezan a circular cifras sobre las millonarias cotizaciones de los equipos “favoritos” y las cifras de los jugosos contratos con las marcas patrocinadoras.

La selección de España, ganadora de la Eurocopa 2008, es el equipo más cotizado de cara al Mundial Sudáfrica 2010.
La sumatoria de la cotización de sus once titulares, entre los que se destacan estrellas como Fernando Torres, Cesc Fabregas y Andrés Iniesta suman un total de 303 millones de euros.


Se ha incrementado el acoso policial a los vendedores ambulantes, personas sin techo sudafricanas y personas refugiadas y migrantes que viven en albergues u otro tipo de alojamiento en áreas urbanas de alta densidad.

Este acoso ha consistido, entre otras cosas, en registros policiales, detenciones arbitrarias, malos tratos y extorsión, así como destrucción de viviendas informales.

La destrucción de viviendas informales se ha llevado a cabo sin previo aviso, sin que se haya ofrecido alojamiento alternativo adecuado ni indemnización y contraviniendo la legislación nacional que prohíbe los desalojos forzosos.

La normativa creada para cumplir los requisitos fijados por la Copa Mundial de la FIFA en las ciudades anfitrionas está siendo utilizada por la policía para expulsar a personas sin hogar y vendedores ambulantes de los "lugares de acceso controlado" y otras zonas de exclusión alrededor de los lugares donde se celebrará la Copa Mundial. El incumplimiento de esta normativa se castiga con multas de hasta 10.000 rands (1.300 dólares estadounidenses) o penas de hasta seis meses de cárcel.

En mayo de 2010 los vendedores ambulantes protestaron frente al centro de operaciones local de la FIFA en Soweto pidiendo el fin de los desalojos y de la destrucción de sus medios de subsistencia cerca de los estadios de fútbol. En otros lugares se han producido enfrentamientos tensos entre la policía y los vendedores ambulantes, motivados por la incautación de productos de los vendedores, bajo el pretexto de limpiar las calles para la Copa Mundial.

Tras haber sido conducidos a un campamento de barracones, muchas personas sin recursos de Ciudad del Cabo acusan a las autoridades de esconderlos y apartarlos de la vista de los visitantes que se espera que lleguen al país con motivo del Mundial de fútbol.


“Evacuan a la gente que vive en la calle o en chabolas”, afirma Mohammed Ali, uno de los residentes de este gigantesco campamento, que se organiza de tal forma que por momentos recuerda a una base militar.

“Se llevan a toda esa gente por el Mundial. Es una operación de limpieza a gran escala”, añade Mohammed, de 38 años y que vive con su mujer y sus dos hijos en ‘Blikkiesdorp’, el “pueblo de metal” en afrikaans, la lengua predominante en los alrededores de Ciudad del Cabo. A unos kilómetros se encuentra el flamante nuevo estadio Green Point, con capacidad para 70.000 espectadores y que costó 4.500 millones de rands (450 millones de euros).

En total, Sudáfrica invirtió 40.000 millones de rands para el Mundial, construyendo estadios, mejorando infraestructuras, modernizando aeropuertos y desplegando 44.000 policías para garantizar la seguridad durante la competición.

Estas son sólo puntas del multimillonario y polifuncional negocio con el Mundial de Fútbol en Sudáfrica.

El sistema se “Mundializa”. Y la inteligencia humana pierde por goleada.

LOS HABITANTES DE LOS PAÍSES RICOS: PAN Y CIRCO.

LOS HABITANTES DE SUDÁFRICA: HAMBRE Y MISERIA.

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