jueves, 15 de julio de 2010

[Opinión] La Universidad burguesa: enseñanza capitalista.


Desde una perspectiva general, la universidad burguesa tiene una doble función: por una parte la docencia y por otra parte la investigación (ligada o no a la docencia). Estas funciones, la generadora de conocimiento (investigación) y la difusora de dicho conocimiento (docencia), están lógicamente influidas por los valores y las estructuras capitalistas que utilizan a la universidad como la herramiento de reproducción cultural más potente de la que dispone el sistema.
En éste sentido, en la universidad se forman los cuadros medios y superiores que gestionarán el capitalismo y el estado, es decir, ahora se están formando los gestores futuros del capitalismo (y en gran medida a los mayores defensores del mismo). Conviene aclarar, que hasta la edad de 40-45 años éstos cuadros medios y superiores no están en disposición de ocupar los lugares clave para la gestión de empresas, del Estado, y los organismos pro-patronales y/o paraestatales de la sociedad civil. Es por ello que a todo el periodo de formación universitaria hay que sumarle algunos años de ampliación de estudios y experiencia laboral para poder escalar hacia los puestos de responsabilidad dentro de la sociedad capitalista.

Por otra parte, la universidad tiene una capacidad de acumular y movilizar recursos (económicos y humanos) muy importante, de ahí su centralidad para la perpetuación del capitalismo. Las universidades públicas se financian principalmente con dinero del estado y de las empresas, y es por ello que nunca fomentarán un tipo de conocimiento que vaya en su contra, aunque la estructura pública pueda mediatizar y permitir ciertos nichos de ”disidencia”. Hoy en día éstos reductos de profesores disidentes, principalmente marxistas, ya se están liquidando a marchas forzadas, ya sea por liquidación ideológica ”europeista” (algunos se han moderado o directamente se han pasado al neoliberalismo) o por una no-renovación generacional del profesorado auténticamente ”de izquierdas” debido a que las generaciones presentes no se han formado ideológicamente de la misma forma. En muchos casos ésta liquidación es debida a la propia dinámica profesional (el marxismo y el anarquismo ya no están de moda en la academia).

LXS ALUMNXS COMO UN PRODUCTO
Los estudiantes en la universidad burguesa son ”capital humano” en formación, que pasarán a ser objeto de explotación en las empresas una vez finalizados los estudios.
Pero donde más evidente es la condición de producto de lxs alumnxs es en la dinámica general de las clases. En ellas no se perite,, con la mayoría de profesores, el debate ni la inflexión. Lxs alumnxs toman la materia como un producto que tiene que memorizar y digerir sin cuestionarse demasiadas cosas si quiere superar la carrera de obstáculos. La univesidad birguesa y sus ”profesionales” de la docencia, en general, no incitan a pensar al alumnado, a cuestionarse la materia imaprtida, y mucho menos a cuestionar el sistema capitalista en aquellos estudios que toman un enfoque social. Son pues el autoritarismo y el control ideológico, dos de los rasgos definidores del sistema de enseñanza burgués. Por otra parte, no parece que con la implantación del sistema europeo (BOLONIA), que propugna menos clases magistrales y más trabajo personal del alumno, se vaya a resolver el control ideológico en las materias. Mucho menos se va a modificar la estructura de planes de estudio, más enfocados a los intereses investigadores de los profesores y del capital (a menudo coincidentes), que a dotar a lxs estudiantxs de herramientas para su desarrollo intelectual y profesional.

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